A continuación comparto el artículo que publiqué en "River, un
sentimiento" (www.riverunsentimiento.com.ar), sobre el debut de Fernando Cavenaghi en el Villarreal. Incluye el video con los goles del partido.
Cavegol volvió a sonreir en su debut goleador en el Villarreal. Foto: villarrealcf.es |
Tuvo que marcharse de su segunda casa como nunca lo imaginó, pero en
el fondo sabía que llegaría el instante que siempre soñó. Esperó su
momento para aparecer en escena y lo hizo cuando todos los flashes
apuntaban al escenario. Físicamente había sentado las bases de manera
improvisada, en solitario, pero sus ganas de reinvindicarse potenciaron
el orgullo herido, el punto de partida más decisivo. Mentalmente, no
hacía falta preparar el terreno: estaba listo para
demostrar ante cualquier oportunidad que surgiera que su vigencia
permanecía intacta. La plasmó en su debut en el Villarreal, frente al filial del Real Madrid y junto a Mateo Mussacchio, como para no sentirse tan lejos de los suyos. Fernando Cavenaghi, con sus dos goles, ambos sobre el final de cada etapa, aportó un guión más dramático a la película montada alrededor de su confusa despedida de River Plate.
Enfrente llegaba un Real Madrid Castilla con una base de futbolistas en pleno crecimiento que atesoran un talento y un nivel más cercano a la Primera División que a la Liga Adelante. Pasado el cuarto de hora, Jesé, el futuro crack del que habla toda Europa, adelantaba a los Merengues desde los doce pasos tras un polémico penal. El 0-1 amenazaba el regreso del Submarino Amarillo a la Segunda División, pero finalmente acabaría actuando como entrada para que la noche del Torito tuviera un sabor más dulce.
Enfrente llegaba un Real Madrid Castilla con una base de futbolistas en pleno crecimiento que atesoran un talento y un nivel más cercano a la Primera División que a la Liga Adelante. Pasado el cuarto de hora, Jesé, el futuro crack del que habla toda Europa, adelantaba a los Merengues desde los doce pasos tras un polémico penal. El 0-1 amenazaba el regreso del Submarino Amarillo a la Segunda División, pero finalmente acabaría actuando como entrada para que la noche del Torito tuviera un sabor más dulce.
El fútbol siempre da revancha. Una de las frases futboleras más
utilizadas volvió a cobrar trascendencia en la noche de El Madrigal:
Cavegol, primero en una jugada sucia que aclaró con un toque forzado a
la red, y después con un gol para guardar en la videoteca para toda la
vida, decidió un partido que había arrancado torcido para el conjunto
castellonense. El ex River comenzó su segunda aventura en España
enseñando cómo volcar toda su jerarquía en 90 minutos aún habiendo
disputado un partido políticamente correcto. Sus apariciones letales lo
transformaron en incorrecto, en diferente, en inolvidable. El goleador
demostró la mentalidad que debe conservar cualquier futbolista más allá
de las dificultades que se le presenten a lo largo de su carrera. Estar
en guardia constantemente, esa es la cuestión. No perder el rumbo para
aprovechar al máximo la chance que seguramente aparecerá, de eso se
trata. Cómo. Cuándo. Dónde. Nunca se sabe, pero siempre llega.
Futbolistas de la talla del brasileño Marcos Senna o del español Cani
quedaron en un segundo plano tras el recital de Cavenaghi. El joven
entrenador Julio Velázquez se mostraba exultante tras empezar con una
victoria el sueño de volver a la élite, un poco por los tres puntos y
otro tanto, quizás, por comenzar a entender que el principal artífice de
tanta algarabía había cruzado el charco con un logro similar en su
mochila de ilusiones. El público local no podía creer que uno de los
suyos hubiera firmado esa obra a tan sólo 3 minutos para el final, y
menos aún al comprobar que el artista con pelo largo y acento
sudamericano había arribado a la ciudad unos días antes envuelto en una
serie de interrogantes.
Todo esto junto, en un puñado de minutos, fue posible gracias a
Cavenaghi, quien pudo sacarse la espina, al menos por un rato, de su
amargo adiós de River y, al mismo tiempo, escribió su primera página
exitosa en la historia del Villarreal.
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