martes, 12 de junio de 2012

Conectados por el fútbol


Leo Messi, a punto de firmar su primer gol frente a Brasil.


Aquellos aventurados que esperan leer algo más sobre Lionel Messi, les aclaro que esta vez no voy a escribir acerca del mejor jugador del mundo. Otra vez no. Ya cansa tanto elogio. Se tornan redundantes y empalagosos. Y además el hombre en cuestión no se lo merece. Juega al despiste. Nos engaña a todos...

En Nueva Jersey apareció por arte de magia, seguramente cuando sus detractores se frotaban las manos por sus veinte minutos de “licencia" frente a Brasil. El diez permaneció casi ausente, fuera de órbita, hasta que quedó sólo para el primer gol, justo después de una idéntica jugada en la que Neymar se perdió el suyo, como para acentuar aún más las diferencias con otros cracks. Y en una ráfaga incesante metió el segundo, todavía con la boca llena por el reciente empate. Y sobre el final deleitó al mundo con el tercero, una obra de arte con el sello del Barça que además sirvió para la victoria de su equipo. El enésimo hat-trick en la carrera de Lionel hubiera significado uno más si el rival no hubiese sido Brasil, con quien no existen los partidos amistosos. Stop. Definitivamente no pude con mi genio y acabé refiriéndome al genio. Es inevitable no hacerlo, así como es casi imposible no soñar con esta nueva función como anticipo del Mundial 2014...


Andrés Iniesta, rodeado de jugadores italianos. Foto: Olé-t.qq.com


A miles de kilómetros de distancia, en otro clásico con historia, un tal Andrés Iniesta también desplegaba su mejor repertorio en el Arena Gdansk frente a Italia. Rodeado de compañeros de buen pie, fue el eje de una alineación que buscaba justamente obtener la victoria a través de la posesión y el juego raso. Y ahí Don Andrés se siente libre, auténtico, listo para hacer todo lo que sabe.

Si bien a España le costó imponer su mejor fútbol, la presencia del manchego aportó una brisa de aire fresco en los momentos de mayor atasco. Su conducción deslizante, cual andar en una pista de baile, llenó los ojos del mundo, como también lo hicieron su toque distintivo, su juego asociativo y su "engaño": otro bajito que vive de las apariencias, que aplica verticalidad cuando parece que impone la pausa y que esconde el balón cuando todos creemos que el marcador y sus ayudas van a abortar lo que su cerebro ya diagramó un tiempo antes. Una mezcla de inteligencia y habilidad al servicio del fútbol. Así es imposible descifrar lo que va a hacer. Y todo con el balón pegado a su pie diestro.
Messi e Iniesta. Iniesta y Messi. Dos cracks conectados estén donde estén: en el Camp Nou a través de una pared o separados por el Charco, fiel testigo que agradece tanto fútbol, cuando hacen de las suyas con sus Selecciones.



A continuación, los invito a recorrer, mediante un breve carrusel, la actuación de los equipos y sus posibilidades en la Eurocopa tras la primera jornada. ¿Me acompañan?
La caída de Holanda. La sorpresiva Dinamarca aprovechó su momento y golpeó cuando debía a un seleccionado tulipán que terminó cayendo derrotado con los mismos efectivos en el campo que actuaban de argumentos en la previa para posicionarlo como candidato al título. Los Robben, los Van Persie, los Sneijder, los Huntelaar, subcampeones del mundo y pilares de un juego frecuentemente vistoso, dispusieron de ocasiones para escribir otra historia pero no lograron materializar sus chances. Aún así, a pesar de comenzar con el pie izquierdo en el denominado grupo de la muerte, la Oranje será, hasta que las matemáticas digan lo contrario, una de las favoritas.
Italia mira a los ojos al campeón. La Selección de Vicente del Bosque, dueña del combo Eurocopa 08-Mundial 10, fue tuteada en el juego y casi sorprendida en el resultado por una Italia silenciosa pero efectiva. Ante una España en su versión más jugona, sin un 9 fijo, resurgió una Azurra con el sentido competitivo de siempre y una saludable valentía para disputarle la posesión del balón a un rival que por esa vía enamoró al mundo. El empate fue justo, aunque pudo ganarlo cualquiera. El mayor reto del campeón, para defender su reinado, será mantener su nivel, y en ocasiones reinventarse, tras haberlo ganado todo.
Siempre Alemania. El primer derby del certámen lo protagonizaron los germanos y Portugal. Los de Löw se impusieron por su fórmula preferida: la cabeza de Mario Gómez. La presencia de hombres como Lahm, Özil, Müller, Klose, Podolsky y Schweinsteiger le otorgan jerarquía a la idea del entrenador y abren un abanico de variantes en el juego esperanzadoras para conquistar la corona. Los portugueses poseen futbolistas contrastados y que son figuras en sus equipos pero parecen depender en demasía de lo que pueda aportar Cristiano Ronaldo en ataque. Tienen tarea para el hogar.
Francia e Inglaterra. Tanto galos como sajones acabaron en tablas en otro de los clásicos del fútbol europeo. Tras el empate, las sensaciones de unos y otros son similares. Por un lado, sólo Benzemá, impulsado por su gran presente en el Real Madrid, parece perfilado a ser la única opción para llevar a su Selección, con las compañías de Ribery y Nasri, a las instancias finales. Por el otro, los dirigidos por Roy Hodgson sufrieron las ausencias de Lampard y Rooney y, a estas alturas, se muestran más cercanos a una incógnita que a una realidad para lograr algo importante. Ambos suenan a poco.
Rusia y Croacia prometen dar pelea. Dos seleccionados que se sitúan por debajo del nivel de las potencias pero que comenzaron firmes en su lucha por un lugar en los cuartos de final. La renovada Rusia de Dick Advocaat centra sus posibilidades en la velocidad y profundidad de sus bandas, sobre todo la de Arshavin, fórmula que le dio réditos en la goleada frente a la República Checa. Los croatas, conducidos por Slaven Bilic, basan sus posibilidades en su rigor defensivo. La victoria frente a la República de Irlanda, sumada a la igualdad entre españoles e italianos, los coloca líderes del grupo y les da motivos para soñar.
Los de casa se hacen camino al andar. Tanto Ucrania como Polonia, los anfitriones, mantienen sus esperanzas para poder estar entre los mejores ochos equipos del continente. Los ucranianos, liderados por un fenomenal Shevchenko, remontaron ante la Suecia de un solitario Ibrahimovic y lo celebraron como un título. Esa ilusión les da vida y es su gasolina para sobrevivir en el grupo de los ingleses y franceses. A su vez, Polonia no dispuso de la misma suerte tras igualar frente a Grecia, aunque el empate lo mantiene con chances. Todo apunta a que se jugará sus cartas en un mano a mano con los griegos.

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