jueves, 31 de mayo de 2012

Messi, Sabella y la búsqueda del equilibrio


Sabella observa a Messi en un entrenamiento de la Selección Argentina.


Se acerca otro compromiso de la Selección Argentina y comienzan nuevamente las especulaciones sobre cuál será el rendimiento del conjunto albiceleste. La ausencia en los últimos años de un estilo definido, potenciada por la falta de resultados, desembocó automáticamente en una desconfianza generalizada por parte del hincha en la previa de cada partido. Con este escenario, todas las miradas recaerán, una vez más, en la figura de Lionel Messi, quien representa la mayor esperanza para los argentinos, y en Alejandro Sabella, el comandante de un barco que estaba a la deriva tras el Mundial de Sudáfrica y de la última Copa América, y que se esfuerza en salir a flote a través del trabajo organizado y solidario del nuevo entrenador.


Enfrente aparece Ecuador, un rival que probablemente planteará un partido similar a los últimos compromisos que afrontó Argentina en Buenos Aires: una formación con acumulación de hombres esperando en su campo con el fin de cerrar los espacios que Messi, Agüero y compañía intentarán abrir con su ingenio. Y aquí surge la primera consigna: ¿qué camino elegirá Argentina para encontrar esos espacios? En los últimos tiempos, jugando como local, hubo una tendencia a apostar por la capacidad individual para lograr el desequilibrio. El resultado de la fórmula habla por sí sola: la circulación del juego siempre se vio congestionada por abundancia de piernas y por ayudas constantes del rival que dificultaron el intento de progresión en ataque, lo cual derivó en marcadores decepcionantes.
Sin embargo, el ex entrenador de Estudiantes de La Plata, que apostó desde su llegada a la integración al grupo de varios jugadores de su confianza, parece andar en la búsqueda del equilibrio. Hasta el momento, el balance es esperanzador. Sabella ha mostrado un respetable trabajo en su afán por probar variantes, además de coherencia y sentido común en sus decisiones. Seguramente, su próxima tarea sea la de aceitar el funcionamiento deseado.
Si bien es cierto que aún no recita su once de memoria y que desarrolló planteamientos dispares en los partidos de local y de visitante, el DT transita el camino del encuentro con notoria flexibilidad a la hora de buscar soluciones. En su andar, deberá detectar los puntos flacos y potenciar los altos para poder lograr un rendimiento óptimo, aunque dentro de su abanico de variables todavía no asoma Juan Román Riquelme...
Haberlo dejado fuera de la convocatoria fue el tema del día tras darse a conocer la citación. El enganche de Boca Juniors, que vive su segunda juventud, es el jugador más claro a la hora de abrir defensas cerradas y es una pieza de asociación ilusionante para Messi. También pudo ser una interesante solución para este partido, pero todo hace indicar que Sabella prefiere futbolistas de otras características que le permitan no depender de lo que pueda ofrecer el diez xeneize. Con notorias inclinaciones hacia el ´doble cinco`, la presecia de Román le modificaría el plan inicial al Seleccionador, que, indefectiblemente, tendría que delegar el peso del juego en él y, además, prescindir de Braña o Mascherano, su pareja de medios favorita.
A 72 horas del choque, todo parece indicar que Sabella no se inclinaría ni por una opción ni por la otra: sin un enganche definido y con el Chapu lesionado, saldría con tres delanteros desde el comienzo (Messi, Higuaín y Agüero), sostenidos por un mediocampo versátil compuesto por el propio Mascherano para la recuperación, Gago o Sosa para el primer pase, y Di María para el cambio de ritmo, dándole prioridad al momento actual de sus futbolistas estrellas por encima de su idea de siempre de contar con dos carrileros y el doble pivote con el que su Estudiantes fue campeón de la Copa Libertadores.
¿Será Messi un falso 9 y ocupará esa zona de nadie para alimentar a los puntas? ¿Es Di María el hombre indicado para jugar cerca de Mascherano, más cerrado de lo habitual, desaprovechando su recorrido por la banda? ¿Es eficaz pensar en Gago para jugar de 8 siendo claramente un volante central? ¿Qué será de la vida de los centrales? ¿Encontrará Sabella el funcionamiento anhelado incluyendo tres delanteros? Preguntas con respuestas a resolver que el fútbol se encargará de contestar. Ecuador será el próximo exámen.


3 comentarios:

  1. Excelente nota, como nos tenés acostumbrados. Adelante!!

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  2. Interesante y criterioso -como es habitual- comentario de Mariano Neira acerca de la Seleccion Argentina. Esa, la de un Alejandro Sabella que busca aun un estilo definido.Y que, pese a sus grandesindividualidades(especialmente en ofensiva)no logra todavia que la blanquice- leste juegue con verdadero sentido de equipo.
    Objetivo que seria mas factible de plasmar, si se conformaran las imprescindibles "sociedades" tan necesarias para tal fin.
    Cuesta entender la ausencia entre los once del jugador mas talentoso -por mucho- del pais.
    O sea: de Juan Roman Riquelme.
    Sin el en el campo el funcionamiento colectivo anhelado,es sin duda mas dificultoso.
    Porque si prescindir de un "enganche"en el esquema tactico no parece lo mas apropiado,menos aun lo parece si el descartado es el volante xe-
    neixe.
    Y cuando vemos que la prioridad parece ser "el
    doble cinco" y el 4-3-3, por sobre el enlace y el 4-3-1-2,la busqueda de un buen funcionamiento
    se torna mas dificil.
    La ausencia de Braña no se aprovecha para el cambio tactico sugerido cuando lascircunstancias asi lo aconsejaban pero -no obstante ello- todo
    es posible en el futuro.
    Igualmente el jugar con tres delanteros de nivel
    mundial, da esperanzas de que los goles lleguen.
    Pero es indudable que con un gran "pasador entre
    lineas" como Roman, todo seria mas factible.
    En fin...Esperemos a ver que le depara el futuro
    a nuestro equipo... Y ojala que lo que este por venir sea lo mejor.
    Jugadores no faltan... Esperemos que llegue el funcionamiento...

    J.H.N.

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