sábado, 19 de octubre de 2013

Volvió Götze, Guardiola sonríe

A continuación comparto el artículo que publiqué en "Cultura Redonda" (http://www.culturaredonda.com.ar/) sobre el triunfo del Bayern Múnich sobre el Mainz por la novena fecha de la Bundesliga.



Volvió Mario Götze. El Bayern y Guardiola lo agradecen.




Después de ver a un Bayern Múnich confundido durante la primera parte, con derrota parcial precedida por un error de Böateng, el entretiempo del encuentro frente al Mainz no sólo será recordado como uno de los momentos influyentes de Pep Guardiola en el desarrollo de un partido. Esos 15 minutos, que en situaciones como las mencionadas pueden convertirse en un factor clave para variar el rumbo de una tarde complicada, significaron además el instante previo al show desplegado a lo largo del segundo tiempo por Mario Götze, aquel mediapunta que despuntara en el Borussia Dortmund la temporada pasada y que, actualmente, permanecía ausente de los flashes por los caprichos de una lesión.


El número 19 del conjunto muniqués, que protagonizó el fichaje más polémico del verano europeo tras abandonar la disciplina borusser para transformarse en jugador del rival a vencer a nivel nacional y continental, se erige como una nueva vía para dominar cada situación del juego con la que el entrenador catalán podrá contar en las grandes citas que definen temporadas. Todavía no sabemos si mejorará el nivel enseñado hasta hoy, pero ya se avista una variante distinta y, al mismo tiempo, trascendente para los intereses del campeón europeo.
El desarrollo global del encuentro que tuvo a Mario como factor diferencial dirá que el Bayern mostró dos caras conocidas y que las aplicó con idéntica proporción e intensidad. Que en el primer tiempo se mostró contrariado y que en el segundo se despechó con el vértigo que lo elevó a los cielos de Europa. Y es real. No obstante, si el análisis se elabora con lupa podremos decir que en los 45 minutos iniciales se vio a un equipo más espeso de lo habitual, con errores impropios de un colectivo que supo deslumbrar Manchester hace sólo algunas semanas atrás, y que en la etapa complementaria pudo verse a otro conjunto con el carácter competitivo de siempre y con un elemento decisivo a falta de Frank Ribery: el saludable aporte de Götze. Pero nada sucede porque sí.
Guardiola, ante la ausencia del extremo galo y con Alaba en el banco, apostó nuevamente por el 4-1-4-1 que permite a Lahm dirigir la orquesta en soledad y a Schweinsteiger ocupar zonas de mayor despliegue, acorde a sus características naturales. Con este sistema, sin el francés ni el austríaco en el campo, la zona fuerte del Bayern, la izquierda, se diluye. Por ello, uno de los aciertos de Pep en el descanso fue darle entrada a Götze con el fin de potenciar el juego por bandas rotando la posición de Contento, hasta ese momento lateral, con la de Alaba, quien había entrado como central por el lesionado Dante, y así aprovechar una mayor profundidad por los pasillos externos. Con Lahm nuevamente en su carril de toda la vida, Götze disponía de amplias variantes ya sea por un sector o por el otro. De hecho, tres de los cuatro goles llegaron por combinaciones desde la derecha que acabaron por el centro.
En este contexto, el 4-2-3-1 al que recurrió el de Santpedor en la segunda mitad, con Bastian y Kross en el doble pivote y con Götze flotando por delante, permitió encontrar una fluidez no vista hasta ese momento en el Allianz Arena. La marcha de más que ofreció el equipo tras el descanso coincidió con el buen estado de forma alcanzado por el ex del Dortmund tras su lesión. Su lectura del juego y su facilidad para dar el último pase hicieron el resto. Su participación en dos de los tres goles, con sendas asistencias en apenas 20 minutos, dan fe de ello.
El resumen de la importancia de su rol puede resumirse en el tanto del empate, obra de Robben: inició Kross como mediocentro y finalizó el holandés como delantero, con Götze como nexo entre ambos, libre en la mediapunta, con agilidad para girar, velocidad para ejecutar y lucidez para decidir. Sin dudas, esta conexión del circuito de ataque por dentro, como más le gusta a Pep, puede elevar un nivel colectivo que parece atascado en los partidos jugados en casa por la Bundesliga (sobre todo en las primeras partes), con el toque distintivo del alemán, que desplegó su mejor función con la camiseta del Bayern.


No hay comentarios:

Publicar un comentario